Una cantina del siglo XVII, ahora refugio de visitantes y surferos en la gaditana Tarifa
Tarifa es la meca europea del viento y medio mundo lo sabe. Por eso aterrizan a miles los fanáticos del neopreno en busca de la cresta más alabeada y el surco mejor labrado sobre los que deslizar sus tablas. Unos anhelan plegar velas en los hoteles que jalonan el litoral en primera línea de mar, otros se recogen en las posadas tradicionales del casco histórico tarifeño, a resguardo del oleaje y de un castillo que Guzmán el Bueno hizo legendario en tiempos de la Reconquista.